Arte para el alma
Para aquellos que les apasiona el arte, y sobre todo para quienes desean introducir sus manos y corazón en este maravilloso mundo de la pintura.
De entre cientos de posibilidades, pensé que lo más apropiado hoy es comenzar a escribir sobre la influencia del arte en el alma y en nuestro bienestar emocional, para así acercarlos de a poco a este mundo tan atractivo y fascinante.
Los poderes del arte
El arte es una forma de expresión a través de la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado, y así los seres humanos podemos conectar con nuestro ser interior y conocernos, además de entender a los demás.
Las primeras muestras conocidas de pintura figurativa se remontan a unos 40.000 años (a. C).
Hoy sabemos que el cerebro está diseñado para disfrutar el arte.
Tiene increíbles poderes que benefician nuestro cerebro y alma de varias formas:
✨ Puede despertar emociones y sentimientos, permitiéndonos comprender y conocernos más. Cuando estamos ante un lienzo en blanco y nos disponemos a crear espontáneamente, el resultado siempre será un reflejo de nuestro estado de ánimo y un espejo de lo que realmente sentimos o somos. Los colores, las formas y las texturas se combinan para crear una experiencia visual que va más allá de las palabras. Podemos explorar y comprender mejor nuestra propia alma y la de los demás, mejorando la capacidad de empatía.
✨ A través de la creación artística, podemos liberar emociones reprimidas y sanar heridas emocionales al exteriorizar. Así como el llanto puede ser reparador, los trazos sobre un lienzo pueden transformar las emociones negativas en positivas, llevándonos a un estado de ánimo relajado y distendido. Existe el Arteterapia o Psicoterapia por el Arte, que es una forma de terapia que utiliza las artes plásticas como medio para transmitir ideas y expresarse, de esa forma poder mejorar o recuperar la salud mental y el bienestar emocional y social de las personas.
✨ El arte incentiva a emplear la imaginación de una forma muy amplia y profunda ya que todas las ideas y emociones son permitidas y valoradas. A través de la visualización podemos entrenar esa zona del cerebro encargada de imaginar (el lóbulo parietal). La creatividad mejora y se fortalece con la práctica del arte.
El arte tiene el poder de transformarnos a nivel personal y espiritual.
Sabiendo todo esto, llegado el momento de crear, sin que sea necesariamente una obra extraordinaria, recuerda una frase célebre de Pablo Picasso:
«El arte limpia del alma el polvo
de la vida cotidiana»